¿Por qué es importante tener información sobre las exposiciones prenatales y en las primeras etapas de la vida?
A pesar de los importantes avances en el conocimiento científico, todavía estamos lejos de entender por completo cómo la exposición prenatal y durante las primeras etapas de la vida a compuestos tóxicos ambientales, las enfermedades maternas, la nutrición, el estrés psicosocial de la madre durante el embarazo, así como los mecanismos o factores genéticos y epigenéticos, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades a lo largo de la infancia e incluso de la vida adulta. En humanos, estas exposiciones tempranas están asociadas principalmente con prematuridad y peso al nacer. Tanto la restricción en el crecimiento intrauterino, como el crecimiento excesivo durante la etapa fetal, se han asociado con un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad infantil y de enfermedades crónicas en la vida adulta, como enfermedades coronarias, hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades metabólicas, trastornos neurológicos y algunos cánceres. En este sentido la placenta realiza una serie de funciones necesarias para un adecuado crecimiento y desarrollo fetal, tales como el transporte de gases, nutrientes, eliminación de productos de deshecho, producción de hormonas, protección del feto frente al ataque del sistema inmunológico de la madre y la implantación y anclaje del embrión en el útero. Actualmente también existen evidencias de la importancia del papel de genes concretos caracterizados en humanos sobre el desarrollo placentario y fetal. Alteraciones en la función de la placenta o de los patrones de expresión de estos genes como consecuencia de la exposición a contaminantes ambientales, podrían dar lugar a efectos adversos sobre el crecimiento y el desarrollo fetal, algo que podría derivar en otros efectos adversos sobre la salud durante la infancia o la vida adulta.
Para prevenir estos posibles efectos en salud es necesario conocer mejor cómo y cuándo estos factores adversos interfieren en el desarrollo y crecimiento fetal. La cohorte GENEIDA tiene como finalidad ampliar estas evidencias a partir de las investigaciones que se llevan a cabo en ella.
¿Qué beneficios aportan los estudios de seguimiento como la cohorte GENEIDA?
La cohorte GENEIDA es un estudio prospectivo de base poblacional, es decir, su desarrollo se basa en el seguimiento de una población de estudio a lo largo del tiempo. En nuestro caso, este seguimiento consiste en la caracterización de las exposiciones y el estudio de sus posibles efectos sobre la salud durante etapas críticas del embarazo, la infancia y la adolescencia. Disponer de información sobre factores que pueden afectar la salud de nuestra población, como pueden ser los contaminantes ambientales, la dieta o el estilo de vida, junto con datos relativos a la salud de las mujeres embarazadas y sus hijos e hijas a lo largo del tiempo, nos ayuda a obtener resultados más precisos en nuestras investigaciones, así como a identificar tendencias sobre los posibles efectos de las exposiciones en nuestra población de estudio.